The Inquirer - La Salamanquesa
THE INQUIRER
Londres, 4 de Noviembre de 1909

¡LA SALAMANQUESA GOLPEA DE NUEVO!


Un cuaderno con 33 dibujos a lápiz de 16x24 centímetros que Leonardo da Vinci pintó entre 1490 y 1498 desaparecieron entre la tarde del lunes y la mañana de ayer del Museo Nazionale della Conquista dello Spazio
, en la capital de la Serenissima Italia, Venecia. El museo se encuentra en un edificio barroco del siglo XVII situado en el b arrio de la Santa Croce y creado para albergar cientos de planos, esquemas, dibujos, tablas, artefactos y prototipos entregados por el Milanesado a las autoridades venecianas en 1870.

En la cubierta roja del cuadernillo, expuesto en una vitrina cerrada desde el exterior y cuya apertura no puede hacerse sin una herramienta específica, se puede leer la conocida firma del genio de Vinci. Su desaparición, descubierta mientras se procedía a hacer inventario, fue comunicada rápidamente a la policía de la capital italiana.

En su lugar, se encontró un broche de plata y brillantes en forma de la salamanquesa que es firma del famoso ladrón de guante blanco conocido por tal nombre.

Tradicionalmente, el Museo cierra los martes pero ayer estaba abierto excepcionalmente porque celebraba una jornada de puertas abiertas para las autoridades internacionales que se encontraban allá para participar en los actos de la Conmemoración del Primer Vuelo Espacial a Venus, en 1499. Quien se llevara el cuaderno de la Sala Número 9, situada en el primer piso del edificio, no hizo ni saltar la alarma ni rompió ninguno de los mecanismos de seguridad de relojería que protegían el valioso documento. "No se excluye ninguna pista", apuntaron fuentes de la policía.

Valorado en ocho millones de libras, este tipo de bienes culturales no tiene, según los expertos, ninguna posibilidad de aterrizar en el mercado oficial por lo que podría tratarse de un encargo de un coleccionista privado.

Es el quinto golpe de la Salamanquesa en lo que va de año. Como recordarán nuestros lectores, el primero fue en el taller del ruso Fabergé, donde robó varias de las obras que preparaba para la Corte Imperial Rusa, para golpear después en la tienda de René Lalique en París, de donde escapó con la famosa Esfinge Libélula.

Sus golpes han ido creciendo en osadía desde entonces, las joyas de la Corona Bávara, conservadas en el palacio Residenz, desaparecieron a mediados de julio, y finalmente, un cuadro de la serie “El Mito de las Estrellas” del pintor Jacques Lacour (fallecido en 1890) fue robado en septiembre de la National Gallery londinense, pesar de todas las medidas de seguridad de las que dispone este museo.
¿Hasta donde llegará la audacia de este peligroso delincuente?
 
 
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