Siluria: Geografía

siluria

Desde que se extinguieran los reyes Siluria carece de un gobierno centralizado, aunque en la guerra suelen estar dirigidos por un caudillo común acordado entre los clanes. Cada clan rige sus tierras, y hay incontables clanes en la nación, la mayoría de ellos atados por juramentos de lealtad a otros clanes más grandes. No obstante, la mentalidad de los habitantes de Siluria responde mucho al emplazamiento de éstos, y existe una curiosa unidad de pensamiento entre los miembros de una misma zona. Así pues, Siluria se divide en seis territorios o regiones de fronteras inestables y poco definidas.

 

Wightown: La región más montañosa de Siluria. Alcanza la mayor altitud con el Monte Mearaig, una cima sagrada para los druidas. Wightown es la cuna de las más antiguas y sorprendentes leyendas de Siluria. Sus habitantes son rudos hombres de las montañas con costumbres y tradiciones propias, que no se suelen mezclar en los asuntos generales, pues rara vez bajan de sus montañas. Sin embargo, cuando lo hacen, son los más imponentes. El clan Ywen, más conocido como clan del Tejo ha dominado estas tierras desde hace generaciones, por lo que esta región se ha convertido en una de las más importantes de Siluria. Wightown es el lugar donde se reúnen las mayores fuerzas de Siluria y donde tienen lugar los emplazamientos más importantes. A los pies del Monte Mearaig hay una gran roca labrada en honor y memoria de Caradoc, el último Rey de Siluria. Este monumento sostiene alta la moral de los clanes silures, y les infunde valor para luchar y morir por Siluria. Es el orgullo de Wightown, y es costumbre que los guerreros de la zona peregrinen hasta la roca antes de partir hacia la guerra.

Berwick: Clanes de gran fiereza. Siempre ha luchado bravamente contra los invasores pictos. Berwick es una región montañosa y de terrenos caprichosos y vírgenes. La desembocadura del río Fuar Cathan siempre ha sido, desde incluso antes de la construcción de la muralla, uno de los puntos peligrosos de Berwick. Las continuas contiendas han hecho de sus habitantes hombres y mujeres fuertes y curtidos, de arraigados sentimientos nacionalistas, actualmente, constituye uno de los más importantes focos de resistencia frente al invasor picto, y los montes están llenos de batidores y guerrilleros, que constituyen una espina clavada para los albanaich, a pesar de la sangrienta represión llevada a cabo por el clan picto MacFinn.

Roxburgh: Sus clanes son grandes aliados de los de Berwick. Es una región de terreno variado, mayoritariamente boscoso. Los clanes emplazados aquí no son tan hoscos como sus hermanos de Wightown, y se involucran mucho más en las cuestiones referentes a la nación en general y a sus relaciones. Tradicionalmente fueron bastante radicales y cerrados, pues al ser clanes del norte han crecido guerreando y muriendo por Siluria. El ser la primera provincia tomada por los albanaich en su avance hacia el sur, no impidió que se convirtiera rápidamente en un foco de problemas, debido principalmente al jefe de la resistencia conocido como el Viudo de Roxburgh. A pesar de ser el lugar con mayor concentración de tropas invasoras, el odio contra los pictos y el sentimiento patriótico sigue vivo en todos los habitantes, y esporádicamente estallan brotes de rebeldía.

Weershire: Gran protagonista de la vigilancia fronteriza en el sur. Realizan una función filtradora muy cruel, pues no dudan en apedrear a los cristianos que se atrevan a llegar hasta ahí o en descargar sus flechas sobre aquél que se acerca un paso más de lo permitido. Las relaciones con los grupos más moderados de la política silur, o con el norte de Leonís, han sido tradicionalmente muy incómodas. De hecho, hay voces que aseguran que Weershire ha llegado a intentar traspasar la frontera sur en más de una ocasión con ansias de conquista, de este modo, cuando el problema vino del norte, sus tropas apenas estaban preparadas para responder, y sólo unos pocos clanes han conseguido escapar hacia Wightown, donde planear plantar la última defensa contra el rey picto Dukevante.

Lothian: Región montañosa y fría que alcanza la mayor latitud. Es la tercera y última de las regiones encargadas de guerrear contra los pictos. Lothian, sin embargo, no parece sentir esos férreos ideales que mantienen en pie de guerra a las regiones del oeste. Acuden a la guerra sólo en caso de extrema necesidad y muy a disgusto, y son los primeros en retirarse. Prefieren dedicarse a mejorar su propia región. Pero Lothian sí apoya a los ideales silurios; simplemente prefiere dedicar su tiempo a la cultura, a la ciencia y a la tecnología, por lo que sus murallas son las que mejor reforzadas están, sus armas las más avanzadas de Siluria y la gran mayoría de sus habitantes saben leer y escribir. Por todo esto, aunque nadie consigue que Lothian se implique más con las causas de Siluria, su relativa neutralidad es mucho mejor que su enemistad. Mantiene unas cercanas relaciones comerciales con Bebbanburg, que tiene acceso a la importación y exportación de materias y conocimientos. Por eso las demás regiones creen que han olvidado los antiguos ideales y códigos de honor con tal de crecer y aprender. Los clanes más orientales de Lothian no suelen estar de acuerdo con este modo de vida, y causan enfrentamientos continuos con el resto de la región.

Bebbanburg: Región más dada al comercio y a la diplomacia que el resto de Siluria. A los ojos de las demás regiones mantienen demasiadas relaciones con el resto de naciones, sobretodo con Leonis, algo que disgusta especialmente a los silurios por ser Bebbanburg una región fronteriza que debería proteger Siluria de los extranjeros y de los falsos diplomáticos. Sin embargo, se han llegado a ver sureños paseando tranquilamente por estas tierras. Bebbanburg es la región más permisiva, y hay quien dice que es también la fractura que perderá a Siluria. Mas de un clan de Bebbanburg ha llegado a ser expulsado de Siluria acusado de extrañas negociaciones con sureños o de actividades clandestinas con otras naciones.


LOS RÍOS

Siluria está alimentada por tres ríos principales: 

El río Bras (en gaélico, “rápido”); de un caudal medio pero muy activo gracias a los altibajos del terreno. Atraviesa la muralla de Adriano por un paso subterráneo y desemboca en Leonis. Al no ser un río especialmente grande, no aparece en muchos mapas. Se dice que es aprovechado por algún sector de Bebbanburg para sacar algunos efectos de Siluria de incógnito. 

El río Cumhachdan (en gaélico, “poderoso, potente”). Es el río más caudaloso de los tres, y supone una de las pocas rutas comerciales de Siluria. 

El río Fuar Cathan (en gaélico, “fría batalla”). Recibe su nombre porque en invierno sus aguas se tornan mortalmente gélidas, y forman finas capas de hielo en su desembocadura, justo en la frontera con Pictland. Allí tienen lugar muchas batallas contra los pictos, y las glaciales aguas y las trampas de hielo se cobran tantas vidas en ambos bandos como las espadas enemigas.


LAS MURALLAS

MURALLA DE ADRIANO (SUR)

La muralla de Adriano, frontera con Leonis, es una gran muralla de piedra, de 117 km de largo.

Roma invadió Britania hace mucho tiempo, y en pocos años conquistó casi todo el territorio britano. Pero las belicosas tribus silurias fueron los pueblos más resistentes a la conquista, y para contenerlas el emperador Adriano se vio obligado a construir más tarde la Muralla de Adriano, pues no quería poner en peligro el imperio con una nueva guerra contra los guerreros del Norte.


MURALLA DE ANTONINO PIO (NORTE)

La Muralla de Antonino Pio no es tan sólida como la de Adriano, pues está hecha de tierra apisonada en vez de piedra, pero también cuenta con un foso y fortificaciones.

Antonino Pio fue un emperador romano recordado también por su política no beligerante, y sin embargo su nombre es impronunciable en Siluria. El Emperador consideró que la provincia de Britania era suficientemente segura como para extender la frontera más al norte de la muralla de Adriano y así , reforzado con nuevas tropas, logró conquistar las tierras de Siluria y situó la frontera de Roma al sur de Pictland, donde construyó una nueva muralla.

Esta muralla, pues, significó la derrota de Siluria a manos de Roma, y su nombre fue despreciado por los clanes. Sin embargo, a la retirada del imperio romano, los pictos comenzaron a constituir una seria amenaza, y Siluria decidió que lo más conveniente era mantener a los pictos a raya tras aquella triste y oscura muralla, que tanto recordaba al pueblo de Siluria la conquista de sus tierras. Pronto ésta quedó bañada en la sangre de pictos y silurios que combatían con frecuencia en la frontera. En Siluria se dice que la sangre de esa muralla jamás se llega a secar.

 
 
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