Aprendizaje

El joven alzó la mano y convocó la fuerza de la tierra, la mezcló con el aire y alzó el torbellino resultante, transformándolo en una esfera de energía, dejó que su mente fluyera, pero al punto de una leve distracción, el constructo se desestabilizó y explotó, lanzando al muchacho al suelo.

Las maldiciones del aprendiz de hechicero se pudieron oír a varios kilómetros de distancia

 

- Eres muy severo contigo mismo, muchacho – dijo, a su espalda, la bruja.
- Tengo que exigirme. 
- Con el gobierno de la mente, no con el de la razón. 
- ¿Y no es lo mismo, maestra? 
- La razón es como una doncella, justifica todos los errores con mil artimañas que suenan a bondad. En cambio, la mente es la vieja sabia que no se deja engañar ni por llantos de comadres ni por excusas de sabios de mesón. Con la mente, podrás alcanzar otros horizontes, incluso más allá de este plano, muchacho. 
aprendizaje
- ¿Más allá? En momentos así... me siento tan pequeño. 
- Eres pequeño, eres un ratón. 
- Tan pegado a la tierra, quiero decir... -continuó el aprendiz- si tan sólo tuviera alas... 
- Las posees. Sólo tienes que aprender a desplegarlas. Mente, muchacho. Sabiduría de la vida. Inteligencia conectada a Inteligencia en este Gran Libro llamado Universo. 
La bruja tomó al aprendiz por los hombros y continuó hablándole con fuerza: 
- Abre los ojos. Aparta de ti la autocompasión. Mira la cima dispuesto a volar, sabiendo que lo harás... 
La Hechicera hizo aparecer en el aire el arcano del Hombre Colgado.
- Mal Augurio... - dijo el aprendiz. 
- O Ascensión - dijo la bruja, volteando el símbolo. - Tú decides. Cabeza abajo y te entierras en la Nada, o cabeza arriba y asciendes, ligado a la tierra, pero llevando a cabo tu misión, con la mirada de la existencia hacia arriba, siempre hacia arriba... 
- Ascensión - susurró el aprendiz. 
- A través del Equilibrio - señaló la anciana. 
- ¿Cómo se adquiere, Señora? 
- Cuando estás en paz. Equilibrio, muchacho. Vértice entre la emoción y la razón. Punta de la Espada Púrpura con la que el Caballero Sabio ejerce la disciplina y la benevolencia. 
- Háblame más del equilibrio, Maestra. 
- Muy bien. Escucha con atención.

 

Y, entre los sonidos del bosque, la Anciana se sumergió en el mayor de sus silencios...

 
©Reinos Celtas 2015