Miradme ahora, miradme como cambio, mirad mi cuerpo, está cambiando, mirad mis ojos que perdieron su bondad. Miradme ahora, la bestia que en mí habita está dispuesta a brotar para aniquilar toda esta podredumbre en la que habéis transformado el mundo en el que todos tendríamos que haber vivido en paz.
Callad, no tenéis derecho a hablar, habéis malgastado vuestra oportunidad, habéis estropeado todo, habéis herido la esperanza, habéis corrompido la fe.
Ahora es mi turno.